PERIODO AQUEO Y LLEGADA DE LOS DORIOS.
La nación griega provendría de un pueblo autóctono, los pelasgos, que habían poblado en otros tiempos las costas del mar Egeo. La región conocida hoy con el nombre de Hélade no parece que tuviera antes habitantes estables y apegados a la tierra. La emigración era frecuente y cada tribu abandonaba fácilmente su país bajo la presión de nuevos ocupantes cada vez más numerosos. No existía el comercio, cada cual sólo producía lo que le era indispensable para vivir y no se sembraba porque, a falta de murallas para proteger las cosechas, nadie sabía si vendrían a quitárselas.
La población del mundo griego, los egeos y los cretenses, se vieron sumergidos en el II milenio a. de C. bajo una ola de invasiones indoeuropeas, llegadas de las regiones del Danubio. Los primeros invasores que llegaron fueron los aqueos, después los jonios y a continuación los eolios y los tesalios. Todos estos pueblos no eran bárbaros, pues conocían la agricultura y la ganadería, sabían trabajar los metales y asimilan perfectamente a las civilizaciones autóctonas, minoica y egea.
La primera invasión, la de los dorios, fue para el mundo heleno una verdadera catástrofe. Estos sumieron a Grecia en una especie de Edad Media que duró cuatro siglos. Es la Época Oscura. Al final de esta crisis, hacia el siglo X, el asentamiento de las poblaciones a llegado a su fin, la Grecia continental, las islas y las costas del mar Egeo han recibido una población que ya no sufrirá variación alguna hasta el final del mundo antiguo.
