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Sagot :
El acuerdo de Petrocaribe firmado por la República Dominicana y la República Bolivariana de Venezuela detalla los términos de compra de petróleo venezolano por el gobierno dominicano de unas formas muy ventajosas para nuestro país. La escala de financiamiento va desde 1% hasta 50% del costo por entrega, con una extensión del período de gracia de la cantidad financiada a 2 años. Los pagos podrán ser hechos a partir de ese entonces hasta 17 ó 25 años con 1% de interés por si el precio de petróleo sube por encima de los US$40 el barril. El proceso de pagos ha sido negociado para ser en bienes y servicios por valor de mercado en vez de utilizar una divisa como el dólar estadounidense. Es decir que aún cuando podríamos pagar utilizando frijoles, los frijoles son aceptados en valor de mercado, por lo tanto eso significa que el gobierno está comprando por adelantado la cosecha de los granjeros según el índice de producción, efectivamente pagando la deuda a Venezuela y, a la vez, manteniendo un margen de descuento por tonelaje.
En adición, el gobierno dominicano está finalizando el mecanismo por el cual el gobierno de Venezuela podrá tener acceso a ciertos servicios de la economía dominicana, por ejemplo el sector turístico. El servicio utilizado por el gobierno venezolano en el sector turístico dominicano será cobrado según el valor del mercado y así también se paga la factura petrolera sin el Estado dominicano tener que acceder a fondos.
Para los venezolanos esto significa una forma adicional de proporcionar gajes y primas a empleados del Estado, sin tener que desembolsar divisas cuando esos empleados viajen y desgusten de los servicios turísticos dominicanos (consiste principalmente en estadías en resorts todo incluido). En la actualidad las tarifas están siendo negociadas con algunos operadores de hoteles y asociaciones relacionadas a ese sector. Por el contrario, los hoteles y demás negocios involucrados recibirán un descuento en sus obligaciones tributarias.
En otras palabras, la República Dominicana no requerirá divisas (usualmente dólar estadounidense) para pagar la deuda y los negocios al mismo tiempo. Incluso, el gobierno mismo se beneficiará de la estructura del trato de devolución. Además, el Estado dominicano está proviniendo fondos al sector agroindustrial para la cosecha necesaria de los productos agrícolas que serán usados como forma de pago al gobierno venezolano. El propósito de esos fondos es de asegurarse que las cosechas estén a tiempo. Los agroindustriales dominicanos serán beneficiados con un suministro continuo de fondos y producción pre-vendido. El resto de su producción podrá ser enfocado en satisfacer la demanda local y/o exportar.
Al final todos ganan. El gobierno dominicano podrá cubrir las necesidades petroleras del país pagando en bienes y servicios en vez de divisas concretas y el gobierno venezolano podrá hacer lo mismo. Mientras tanto, los agroindustriales dominicanos tendrán un segmento de su producción pre-vendido y los empresarios del sector turístico tendrán descuentos en sus obligaciones tributarias.
el acuerdo establecía que a partir de ese momento las Aduanas, enajenadas desde 1905 como consecuencia de las deudas contraídas desde los tiempos del General Ulises Heureaux, dejaban de funcionar bajo control del gobierno estadounidense, y sus oficinas y dependencias pasaban a formar parte de la Administración Públicade la República Dominicana.
El significado histórico del Tratado Trujillo-Hull es que dio firmes pasos hacia el saneamiento de la deuda externa dominicana. A la llegada de Trujillo al poder en el año de 1930 encontró una severa crisis económica. La deuda externa ascendía en ese momento a 16,000,000 de dólares y la situación se agravaba, en parte, por las obligaciones contraídas por la República mediante la Nueva Convención Dominico-americana de 1924 que modificaba ligeramente un convenio anterior pero mantenía el impedimento para la suscripción de nuevos empréstitos y para el aumento de los aranceles aduaneros sin la aprobación del gobierno norteamericano.
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