Los insectos son los seres vivos más abundantes en nuestro planeta. De cada diez especies animales, ocho son insectos. Debido a su aspecto y a través de los comentarios que escuchamos de ellos, con facilidad los podemos relacionar exclusivamente como destructures de cultivos y portadores directos de enfermedades para el hombre como el paludismo, elefantiasis, fiebre amarilla; entre otros terribles males.
Sin embargo, tal vez deba de extrañarnos que no todos los insectos perjudican al hombre, debido a que, en algunos casos, pueden sernos útiles, ya que de muchos de ellos podemos obtener alimento, cuidar nuestros cultivos de distintas plagas, vestirnos y curarnos de muchas enfermedades.
Debido a ello, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), a través de la Facultad de Ciencias Biológicas desarrollará del 1 al 10 de marzo el curso denominado: "Insectos útiles para el hombre" que estará a cargo de la docente Alicia Diestro.
El ejemplo más claro de los insectos que favorecen al hombre son las abejas, de las que hay un número de especies polinizadoras de flores en el bosque y en los cultivos. Hoy en día, los agricultores se ocupan de tener colmenas en sus campos, porque esto los favorece enormemente, además de producir la miel. En particular, las abejas tienen grandes ventajas para la polinización en cultivos cerrados porque no son un peligro para el hombre y sus animales y además sus colonias son pequeñas, por tanto fáciles de transportar.
Asimismo, algunos insectos constituyen una fuente potencial de alimento para el hombre. Algunas poblaciones humanas los han consumido durante décadas pero hasta ahora se están explorando sus posibilidades como fuente proteica. Tal es el caso de algunas especies de hormigas que son usadas como alimento y/o condimento en algunas comunidades indígenas.
Los insectos también son importantísimos en el funcionamiento de las relaciones de los seres vivos (ecología). Sus funciones van desde la regulación de otras especies a el reprocesamiento de los detritus, animales y vegetales, que mantiene vivos y salulables los bosques y selvas. Muchos insectos intervienen en la polinización, además de las consabidas abejas.
