REPRODUCCIÓN de LAS PLANTAS CON FLORES
Gimnospermas y angiospermas, es decir las plantas con flores, presentan reproducción sexual pues producen gametos en estructuras especializadas de las mismas. Las plantas vasculares superiores pueden ser monoicas, cuando producen ambos tipos de gametos en un solo organismo, o dioicas, al producir sólo un tipo de gameto por organismo.
El androceo, la parte masculina de la flor, es el conjunto de estambres, que a su vez están formados por el filamento y la antera, esta última está formada por cuatro sacos polínicos o microsporangios que al desarrollarse forman las microsporas y posteriormente los granos de polen que son el gametofito masculino; cada una de estas células contiene dos núcleos haploides, al germinar el tubo polínico, uno de estos se transforma en núcleo espermático o gameto masculino y el otro no se divide.
El gineceo es la parte femenina de la flor; está constituido por el pistilo, simple o compuesto, y comprende tres partes, el ovario, el estilo y el estigma. Dentro del ovario se forman los óvulos, que en su parte central poseen una nucela protegida por dos tegumentos: primario y segundario dejando una abertura denominada micrópilo. La célula de la nucela se diferencia, desarrollándose más que las otras y a continuación es la célula madre de la macrospora que por meiosis producirá cuatro megasporas haploides, 3 se degeneran y la cuarta crece y se divide por mitosis, dando ocho núcleos que se polarizan y constituyen el saco embrionario o gametofito femenino.
La florescencia se produce para cada especie en distintas épocas. El proceso se inicia cuando las plantas están listas para reproducirse. Algunas lo hacen una o dos veces al año, otras florecen una sola vez en su vida.
Para que las plantas con flores se reproduzcan deben ocurrir varios procesos, la fecundación, la polinización y por último la germinación del nuevo individuo. Tanto en organismos monoicos como dioicos la fecundación es preferiblemente de forma cruzada para aumentar la variabilidad genética, es decir, la fecundación se realiza entre flores de distintos individuos, ya que muchas plantas tienen mecanismos que impiden la autofecundación, aunque en algunos casos es posible que se presente.
Cuando la flor está en plena madurez se da la polinización que es el transporte de polen desde las anteras de los estambres hasta el estigma, por diferentes medios: con la ayuda del viento o de animales como insectos o aves que se acercan a libar el néctar, secretado por ellas, para alimentarse. Estando sobre la flor en cuerpo del animal se impregnan del polen, y de esta forma lo transportan a otra flor y llega al pistilo de la misma.
El polen es retenido en el estigma por el líquido estigmático que es una sustancia pegajosa.
La fecundación se produce cuando el liquido del estigma penetra en el grano de polen, lo hincha y produce el tubo polínico, que crece, atraviesa el estilo y avanza hasta el óvulo que penetra por el micrópilo hasta llegar al saco embrionario.
En el tubo polínico viajan los anterozoides que son los gametos masculinos: uno se une a la oosfera y forma el embrión y el otro se une al núcleo secundario y forma el tejido nutritivo o endospermo.
Mientras el ovario se transforma en fruto, el ovulo se desarrolla y madura, se rodea de de sustancias nutritivas que servirán de alimento mientras crece y de un tejido más duro de protección que en conjunto forma la semilla.
Las plantas han desarrollado diferentes métodos para la dispersión de sus semillas, en algunos casos es necesaria la caída del fruto al suelo, el arrastre del mismo por parte del agua, o el paso por el tracto digestivo de algunos animales. Otras plantas desarrollan por ejemplo un vilano que permite el trasporte de sus semillas por largas distancias, también pueden rodearse de púas o sustancias pegajosas que se pegan al pelo o plumas de los animales transformándolos así en el vehículo para su dispersión
Las semillas pueden germinar de forma inmediata o esperar a que las condiciones de humedad y temperatura sean idóneas, en este momento entonces se abre u brotan pequeñas raíces que se agarran a la tierra, dando origen a una nueva planta.
