la imposición de las culturas artificiales, que son adormecedoras de las conciencias, solo puede ser combatida con las armas del realismo. Los mundos virtuales del consumismo acaban siempre por evidenciar su falta de consistencia. Una actitud sensata frente a lo que nos rodea, a la postre es la prueba más evidente de la verdad del evangelio que predicamos, porque a pesar que en ocasiones se pueda fracasar (y hay que contar con ello), la generosidad de un corazón que se dona en libertad es elocuente por sí misma.
Te dejo tambien con un segundo enlace que habla de la importancia de cuidarse a uno mismo del pecado...y por supuesto es un texto xompleto y bueno, chao que te sirvan.