Entre los siglos XV y XVIII Europa Occidental fue
protagonista de un lento pero firme proceso de
renovación económica, social, política y cultural.
Comenzó a desorganizarse la sociedad feudal y se
abrieron las puertas hacia un nuevo mundo.
Creció la actividad comercial, dinamizada por las
ciudades, las cuales fueron creciendo conjuntamente
con el poder de la burguesía y de los Estados
Nacionales. También hubo una recuperación de la
población y un renacimiento en las artes y las letras.
Esta serie de cambios, llevó a que los europeos
ampliaran su conocimiento del mundo mediante las
exploraciones en ultramar.
La Modernidad, en cuyo origen se encuentra el
descubrimiento de América y la circunnavegación del
mundo, no es una etapa de la historia europea, sino de
la historia mundial; pues con ella se inició un sistema
de alcance universal que sigue incrementándose en la
actualidad.
El descubrimiento de América, protagonizado por
España , no fue el de una parte más del mundo: América
completó el mundo; pues la totalización geográfica dio
paso a una totalización histórica, a un acercamiento de
las fronteras.
