Pero la influencia del mar no se limita a los vientos locales diarios. Durante todo el año el mar se comporta como un regulador de la temperatura. En las épocas de calor el agua absorbe grandes cantidades de energía. El proceso de evaporación es muy intenso, lo que hace que se reduzca la temperatura del aire. Las temperaturas medias cerca del mar son más suaves que en el interior. Durante la épocas frías, por el contrario, el calor acumulado en el agua del mar se va desprendiendo, templando la temperatura del aire. En este proceso la evaporación y la condensación del agua es fundamental, por lo que la humedad relativa del aire en la zonas costeras es superior a las del interior de los continentes. Esta influencia del mar puede llegar muchos kilómetros tierra adentro, gracias al movimiento de las masas de aire.