Obtén soluciones a tus preguntas en Revelroom.ca, la plataforma de Q&A más rápida y precisa. Encuentra respuestas rápidas y fiables a tus preguntas con la ayuda de nuestra comunidad dedicada de expertos. Haz tus preguntas y recibe respuestas detalladas de profesionales con amplia experiencia en diversos campos.
Sagot :
El hombre es un ser material con manifestaciones espirituales.
Nosotros tenemos un cuerpo que determina nuestra constitución material pero además la posibilidad de llevar una vida espiritual a través del pensamiento y la reflexión que nos hacen superiores al resto de los seres vivientes (sólo en ese respecto).El progreso es otra de las manifestaciones espirituales del hombre. El animal no ha progresado en absoluto a lo largo de la historia. El hombre progresa por su inacabamiento esencial, pero también porque está abierto a lo superior; a lo absoluto; a lo infinito. como «verdad». Imaginemos que entramos en una caverna y dudamos de si en ella vivió el hombre prehistórico. En un primer momento, no descubrimos más que piedras removidas en el suelo y lechos de hojas secas. De ello sólo, no podemos deducir la existencia del hombre en la caverna. Pero, en un momento dado, descubrimos pintadas en la pared imágenes de bisontes. Inmediatamente concluimos la presencia histórica del hombre en esa cueva. La ética supone en el hombre la existencia de la conciencia, es decir, el convencimiento de que se debe actuar de acuerdo con el bien moral. Ahora bien, esto significa captar el bien en cuanto bien, y ello es un acto espiritual.La cultura es todo aquello que nos coloca por encima de la naturaleza, inanimada, biológica, instintiva y animal.La cultura se convierte en nuestra «segunda naturaleza»; en nuestro nuevo «hábitat», del cual no podemos salir sin dejar de ser humanos. El hombre es el único «animal religioso»; es « homo religiosus »No es ajena a la religión la conciencia que el hombre tiene de que la muerte contradice sus sentimientos y su deseo de vivir. Es el único animal que sabe que va a morir sin haberlo constatado aún empíricamente de sí mismo. El hombre es el microcosmos más perfecto y, al mismo tiempo, el ser más frágil y contingente. Llamamos espirituales a las manifestaciones del hombre que tienen los atributos distintos de la materia y la trascienden intrínsecamente. Si existen en el hombre manifestaciones que no sean extensas, que no tengan partes, que no sean sensibles, que superen el espacio, diremos que son espirituales, y son actividades privativas de los seres humanos.
Nosotros tenemos un cuerpo que determina nuestra constitución material pero además la posibilidad de llevar una vida espiritual a través del pensamiento y la reflexión que nos hacen superiores al resto de los seres vivientes (sólo en ese respecto).El progreso es otra de las manifestaciones espirituales del hombre. El animal no ha progresado en absoluto a lo largo de la historia. El hombre progresa por su inacabamiento esencial, pero también porque está abierto a lo superior; a lo absoluto; a lo infinito. como «verdad». Imaginemos que entramos en una caverna y dudamos de si en ella vivió el hombre prehistórico. En un primer momento, no descubrimos más que piedras removidas en el suelo y lechos de hojas secas. De ello sólo, no podemos deducir la existencia del hombre en la caverna. Pero, en un momento dado, descubrimos pintadas en la pared imágenes de bisontes. Inmediatamente concluimos la presencia histórica del hombre en esa cueva. La ética supone en el hombre la existencia de la conciencia, es decir, el convencimiento de que se debe actuar de acuerdo con el bien moral. Ahora bien, esto significa captar el bien en cuanto bien, y ello es un acto espiritual.La cultura es todo aquello que nos coloca por encima de la naturaleza, inanimada, biológica, instintiva y animal.La cultura se convierte en nuestra «segunda naturaleza»; en nuestro nuevo «hábitat», del cual no podemos salir sin dejar de ser humanos. El hombre es el único «animal religioso»; es « homo religiosus »No es ajena a la religión la conciencia que el hombre tiene de que la muerte contradice sus sentimientos y su deseo de vivir. Es el único animal que sabe que va a morir sin haberlo constatado aún empíricamente de sí mismo. El hombre es el microcosmos más perfecto y, al mismo tiempo, el ser más frágil y contingente. Llamamos espirituales a las manifestaciones del hombre que tienen los atributos distintos de la materia y la trascienden intrínsecamente. Si existen en el hombre manifestaciones que no sean extensas, que no tengan partes, que no sean sensibles, que superen el espacio, diremos que son espirituales, y son actividades privativas de los seres humanos.
Gracias por visitar. Nuestro objetivo es proporcionar las respuestas más precisas para todas tus necesidades informativas. Vuelve pronto. Agradecemos tu tiempo. Por favor, vuelve a visitarnos para obtener respuestas fiables a cualquier pregunta que tengas. Revelroom.ca, tu fuente confiable de respuestas. No olvides regresar para obtener más información.