Dentro de una publicación impresa, periódicos, revistas, o bien en publicaciones web, el espacio destinado para comentar un hecho y expresar una opinión se denomina editorial. A partir de acontecimientos relevantes, el autor, tras realizar una exposición detallada del hecho, realiza un análisis, o emite un punto de vista con respecto a la noticia.
Cada publicación posee ciertas normas que deben regir al momento de seleccionar los contenidos que pueden ser presentados en un editorial, de acuerdo a sus valores, y la línea de trabajo. Es por eso que el o los responsables de la redacción de editoriales que se encuentran de acuerdo con las políticas, valores y directrices de el periódico, revista,etc.
Toda publicación periodística posee una ideología y una “línea editorial” que es propia, y por la que se tiene que responsabilizar; cualquier editorial estará sujeto a críticas, juicios, y siempre representará el punto de partida de una polémica o discusión, incluso algunos editoriales incluso son réplicas a publicaciones anteriores.
Un editorial está estructurado de tal forma que:
a) Realice una exposición clara y precisa de los hechos o noticias que se van a comentar, que debe ser lo suficientemente interesante para el público al que va dirigido, de manera que pueda ser leído completamente.
b) Debe contener a continuación la llamada explicación crítica, que no es más que el abordaje que hace el editorialista del tema, exponiendo su parecer, o punto de vista. Debe tener un desarrollo lógico y comprensible, revelando a veces cierto grado de adoctrinamiento.
c) Cada juicio o punto de vista emitido debe ser justificado, en base a conocimientos o experiencias previas. De ese modo, las opiniones escritas tendrán una razón debidamente fundamentada, para que tengan validez
d) La conclusión es el cierre de cualquier editorial, en el que se detallan las ideas más importantes, la utilidad o relevancia de la noticia, y el conocimiento, en ocasiones abierto a la posibilidad de discusión o debate.
