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valor linguistico, literario, social e historico de la obra "el buscon" de francisco de quevedo


Sagot :

La vida del Buscón Don Pablos es una novela “autobiográfica” en la que la humillación del personaje principal es continua, en lo que hoy se considera como un relato sobre superación de la pobreza, como el reflejo de un conducta inmoral, de valor ante la lucha contra la diferencia de clases, entre otros aspectos.En 1626 (fecha de publicación) la trama de la obra se describe como las sucesivas equivocaciones de un individuo, hijo de padres de dudosa moralidad, que ha sufrido castigos desde la infancia, bromas del peor gusto, de semblante grotesco y sin cultura, que cree ser capaz de llegar a ser “un caballero”. El pícaro Pablos tiene como única esperanza marchar a Indias." Aunque el mismo autor predice lo que el destino le deparará de aqui en adelante, al afirmar: “…nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar, y no de vida y costumbres.” Esta última frase concluye la obra, imprimiéndole una de las principales características de la novela picaresca: el carácter moralizante a cada novela; un gran ejemplo para el individuo quien finalmente se arrepiente.INTENCIONALIDAD DEL AUTOR


En primer lugar, Quevedo busca hacer reir a los lectores con su obra, tal como dice en la dedicatoria pretendía que las demás personas entendieran "los varios discursos de su vida para no dar lugar a mentiras ni malas interpretaciones" será él quien personalmente se encargue de darlos a conocer. Pero principalmente, pretende demostrar la imposibilidad de ascenso social. Quevedo no busca atacar a esta sociedad, que presenta como víctima, sino que atacará a Pablos, presentandolo como un personaje condenado al fracaso en su intento inútil de introducirse en un mundo al que no pertenece.


Para lograr su propósito recorre a las diversas funciones del lenguaje, con el empleo de vulgarismos, parodias idiomáticas latinas, sátitas, ironías, uso figurado de expresiones, asi como a la, animalización, convirtiendo las descripciones en degradación de los personajes.



BIOGRAFIA

Francisco de Quevedo poeta español nacido en Madrid en 1580 y muerto en Villanueva de los Infantes, España 1645.
Sus padres desempeñaban altos cargos en la corte, por lo que desde su infancia estuvo en contacto con el ambiente político y cortesano. Estudió en el colegio imperial de los jesuitas, y, posteriormente, en las Universidades de Alcalá de Henares y de Valladolid, ciudad ésta donde adquirió su fama de gran poeta y se hizo famosa su rivalidad con Góngora.
Siguiendo a la corte, en 1606 se instaló en Madrid, donde continuó los estudios de teología e inició su relación con el duque de Osuna.
En 1613 Quevedo acompañó al duque a Sicilia como secretario de Estado, y participó como agente secreto en peligrosas intrigas diplomáticas entre las repúblicas italianas. De regreso a España, en 1616 recibió el hábito de caballero de la Orden de Santiago.
Acusado, parece que falsamente, de haber participado en la conjuración de Venecia, sufrió una circunstancial caída en desgracia, a la par, y como consecuencia, de la caída del duque de Osuna (1620); detenido fue condenado a la pena de destierro en su posesión de Torre de Juan Abad (Ciudad Real).
Pronto recobró la confianza real, con la ascensión al poder del conde-duque de Olivares, quien se convirtió en su protector y le distinguió con el título honorífico de secretario real.
Pese a ello, Quevedo volvió a poner en peligro su estatus político al mantener su oposición a la elección de santa Teresa como patrona de España en favor de Santiago Apóstol, lo cual le valió, en 1628, un nuevo destierro, esta vez en el convento de San Marcos de León.
Pasado un tiempo volvió a la cortey continuó con su actividad política, se casó, en 1634, con Esperanza de Mendoza, una viuda que era del agrado de la esposa de Olivares y de quien se separó poco tiempo después.
Problemas de corrupción en el entorno del conde-duque provocaron que éste empezara a desconfiar de Quevedo, y en 1639, bajo oscuras acusaciones, fue encarcelado en el convento de San Marcos, donde permaneció, en una pequeña celda, hasta 1643. Cuando salió en libertad, ya con la salud muy quebrantada, se retiró definitivamente a Torre de Juan Abad.