La Runamula es una criatura monstruosa mitad mujer y mitad caballo, que había sido transformada en esta criatura como castigo por mantener amoríos con algún miembro de la Iglesia. Por algún raro sortilegio, la mujer era convertida en un duende con cuerpo de mula, cabeza y pecho de mujer, como castigo debe vagar en las noches de luna llena asustando a los pobladores de los pueblos y caseríos, con sus relinchos espeluznantes y el ruido producido por sus cascos, al galopar sin rumbo por los alrededores. La gente sabía entonces que había allí una mujer que mantenía relaciones prohibidas. Entonces, los más valientes, perseguían al animal encantado para ver en qué casa se metía o hacia donde se dirigía cuando terminaba el encantamiento. La infiel descubierta, tenía que ser llevada ante un buen curandero para que la curara, mediante baños y sesiones de Ayahuasca, liberándola del hechizo que sufría por mantener amores prohibidos