Debido a que la masa es una propiedad no específica, estas
determinaciones tenían grandes problemas para llevarse a cabo. Se
superaron de dos formas diferentes: Se pueden separar los
constituyentes unos de otros generalmente por precipitación y pesar los
mismos en forma de un compuesto de composición conocida, a lo que se
conoce como análisis gravimétrico. También se puede
obtener el peso del componente deseado indirectamente mediante la
determinación de la cantidad de un reactivo para que reaccione
totalmente con el componente. Este proceso se denomina análisis volumétrico. Estos
dos grupos de determinaciones analíticas se denominan métodos químicos o
métodos clásicos. Se caracterizan porque es imprescindible que exista
una reacción química.