El aparato digestivo de los peces consta, casi siempre, de una boca con dientes muy afilados para desgarrar la carne, una faringe, un esófago, un estómago y un intestino que termina en un orificio anal. Los diferentes órganos que componen el sistema digestivo no están diferenciados con claridad en todas las especies, aunque todas ellas tienen páncreas e hígado.
Los dientes afilados que tienen los peces, al mismo tiempo que desgarran la carne, la empujan hacia el interior de la faringe que después pasa por el esófago hasta llegar al estómago. En el estómago es expuesta a ácidos y bacterias que descomponen la comida en compuestos más simples para poder digerirla. En seguida pasa por el intestino, donde se le extraen los nutrientes a la comida para el beneficio propio. Después de ser procesada por este, el material fecal pasa por el ano para poder expulsarla.