Debes tener en cuenta las propiedades de los elementos que estas utilizando: el agua actua como solvente, pero no todas las partículas son solubles en el agua: la sal, por ejemplo, podrá disolverse en su totalidad, más no así la arena, que por sus características es insoluble en agua.
Tomando en cuenta esto, una vez colocadas la sal y arena en el agua, y sin necesidad de esperar a que la arena se asiente:
1. Pasas el contenido del vaso por un tamiz o colador fino: obtendrás la arena separada del agua salada (la sal estará completamente diluida en agua);
2. Dejas el vaso de agua expuesto a la luz solar (no requeriras del uso de fuego). Pasadas unas horas, el agua se habrá evaporado, quedando sólo la sal en el vaso.
Algo que puedes hacer para incluso recuperar el agua, sin que se evapore, es elaborar un dispositivo de destilación, para que puedas separar agua y sal, y tenerlos a ambos sin que el agua se pierda en la evaporación.
