El descubrimiento de América fue el resultado de profundos cambios ocurridos en Europa durante los siglos XIV y XV: el nacimiento del Estado Moderno, el desarrollo de la burguesía, el crecimiento de las ciudades y las actividades comerciales. En el ámbito económico, el capitalismo emergía con una enorme fuerza, incentivando el intercambio de productos, la agilización de los medios de pago y la búsqueda de nuevos mercados. En el plano intelectual, el Renacimiento, el Humanismo y la Reforma Religiosa terminaron por transformar los esquemas predominantes en la época feudal. El comercio marítimo internacional de la Europa del siglo XV se centraba en dos rutas principales: la del norte, en manos de la Hansa del Mar del Norte (liga de comerciantes), y la del Mediterráneo, con predominio de los mercaderes italianos en el tráfico con oriente, del que eran intermediarios los árabes.