En el ámbito político la reforma protestante contó con el apoyo político de algunos príncipes y monarcas que le dieron luz verde al surgimiento de esta corriente, y quienes apoyaban muchos de los argumentos de Lutero.
La reforma protestante surgió en el siglo VXI, con el objetivo de introducir cambios en el poder eclesiástico, para llegar a ello, varios países europeos -principalmente Alemania, impulsado por su principal pionero: Martín Lútero- desconocieron al papa y la autoridad que el representaba, debido a la mala gestión que la iglesia había estado desempeñando desde hace mucho tiempo, la poca transparencia y las grandes acusaciones en torno a escándalos de corrupción.
Lutero también obtuvo el apoyo de los burgueses, que conjuntamente con el apoyo político, el movimiento pudo seguir de pie.
Martín Lutero revisó, estudió y evaluó las doctrinas que la Iglesia practicaba en ese momento y también las Sagradas Escrituras.