Robin de Locksley, Robin Fitzhood o Robin Hood son sólo algunos de los nombres atribuidos históricamente al popular arquero de Sherwood, cuya historia hunde sus raíces en una serie de baladas y leyendas medievales inglesas que nos presentan inicialmente a un simple salteador de caminos para convertirlo con el tiempo en un proscrito justiciero y finalmente en un noble despojado injustamente de sus tierras.
Él había quedado como proscrito después de haber matado un ciervo del rey y a un hombre que se atrevió a poner en entredicho su virtuosismo como arquero. Se ofrecían por él doscientas libras. En el bosque, su espíritu inquieto y su habilidad de héroe le llevarán a buscar aventuras, de las que los más desfavorecidos saldrán siempre beneficiados.