Los tratamientos estadisticos se caracterizan por un ir y venir
permanente entre los datos, que son colecciones de cifras medidas, y los
modelos probabilistas que no tienen ninguna realidad física, pero
proveen herramientas para describir la variabilidad de los datos. En
esta manera de pensar, un primer paso consiste en asociar a la muestra
una ley de probabilidad ficticia. La distribución empírica asociada a
una muestra es la ley de probabilidad sobre el conjunto de las
modalidades, que afecta a cada observación con el peso . La idea es la
siguiente. Supongamos que queremos aumentar artificialmente la cantidad
de datos. La forma más simple sería sacar aleatoriamente nuevos valores a
partir de los valores ya observados, respetando sus frecuencias. En
otras palabras, se simularía la distribución empírica.