4. PROCESOS QUIMICOS O
AUTOCATALITICOS.
Este tipo de tratamientos se basa en la presencia de metales autocatalíticos
que permiten la realización de la reacción. Las ventajas de estos procesos son
las siguientes:
Siempre
que se mantenga la agitación suficiente para asegurar el contacto con la
totalidad de la superficie a tratar, la deposición es uniforme en toda la
superficie por compleja que ésta sea.
La
porosidad del acabado es menor que la conseguida con la deposición
electrolítica del mismo metal.
El
diseño de bastidores se simplifica.
Pueden
recubrir superficies no conductoras (como plásticos).
El
recubrimiento aporta propiedades químicas o físicas especiales puesto que
es una aleación del metal y del compuesto formado con el agente reductor.
Los tratamientos
químicos autocatalíticos normalmente generan más residuos que el resto de
técnicas de recubrimiento, pero la eficiencia puede variar
significativamente según las instalaciones.
Se utiliza en la fabricación de soportes de
almacenamiento de datos, componentes para la industria química y petroquímica.
Las características son las siguientes:
·
Uniformidad en el grosor de la capa depositada independientemente del
tamaño y forma de las piezas a recubrir.
·
Permite un elevado control del grosor de recubrimiento.
·
Dureza del acabado de rango 350-750 Knoop.
·
Gran resistencia frente al desgaste y la abrasión.
·
Elevada resistencia a la corrosión.
·
Buena adherencia
·
Propiedades específicas como facilidad en soldadura, lubricidad y
propiedades magnéticas.
El
Niquelado químico es un procedimiento industrial por el que se deposita una
aleación de Níquel-Fósforo sin ninguna fuente exterior de corriente.
Ofrece
unas soluciones técnicas excepcionales por sus inmejorables cualidades de
dureza, resistencia al desgaste, al rozamiento, a la abrasión, a la
corrosión...
Sustituye
a los tratamientos electrolíticos convencionales cuando se recubren piezas de
formas complicadas, huecas, irregulares...donde existen zonas que no son
accesibles a las líneas de corriente.