El siglo X además de caracterizado por las invasiones de los nórdicos (vikingo) también es un siglo muy oscuro, si se quiere gris para la iglesia. Fundamentalmente en cuanto al papado se refiere, caracterizado por individuos poco digno de ejercer la conducción de la Iglesia.
Algunos historiadores denominan a este siglo como criminal por parte de los dirigentes eclesiales, pues convirtieron a la institución eclesial en una institución política y económica muy poderosa, llena de atrocidades, traiciones y la ambición de poder.
Es el siglo donde se aplica y desarrolla la tortura, las mutilaciones, un período de barbarie ejercidas y llevadas adelante por personas en nombre del cristianismo, aunque de cristiano no tenían nada.
