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Sagot :
El estilo directoEl narrador transcribe la conversación de los personajes escribiendo literalmente sus propias palabras y, con los verbos adecuados, nos indica quién habla en cada momento. Esto no se hace cuando resulta bien claro quién toma la palabra.Se encontró con ella a la entrada del aula.
-¿Has preparado el examen?
-No he tenido tiempo.
-¿Qué vas a hacer, entonces?
-Siempre me sonríe la suerte.El estilo directo presenta yuxtapuestos el marco de la cita y la cita misma, es decir, la voz del narrador y las palabras atribuídas al personaje. El marco de la cita, tipográficamente hablando, está formado por un verbo de comunicación, al que siguen los dos puntos y las comillas, o que sigue a los guiones, o que se intercala entre los guiones.El vendedor dijo: "Ese disco está rebajado".
-Ese disco está rebajado -dijo el vendedor.
-Ese disco -dijo el vendedor- está rebajado.El estilo directo puede imitar también el modo de hablar, vocabulario, entonación, acento, etc., propios de la persona citada.Suele decirse que el estilo directo es la "reproducción literal" de un texto, y, en efecto, a veces lo es. Pero estas veces son las menos, porque es muy difícil retener en la memoria, sin deformación alguna, lo que alguien dijo. Los hablantes citan "literalmente" textos que en realidad no recuerdan bien, y tanto el que cita como su interlocutor saben que el texto ha sufrido cambios. Es más acertado decir que el estilo directo es la "reconstrucción" de un discurso: el estilo directo reconstruye (imitándolo perfectamente, o con diversos grados de fidelidad) un discurso realmente emitido, o bien uno imaginario, deseable, posible, anticipado.Cuando decimos algo, implicamos muchas cosas más de las que decimos, de modo que las palabras pronunciadas son una parte, a veces mínima, del mensaje que queremos comunicar. Repetir lo que alguien dice no entraña reproducir la intención con que lo dice. Además, las palabras citadas quedan siempre amputadas de su contexto, que les daba sentido. Si alguien alaba desproporcionadamente un vestido con intención irónica, la reproducción de la alabanza no incluye necesariamente la ironía: Le dijo: "Ese vestido te sienta estupendamente". Para rescatar la ironía, habría que agregar, por ejemplo, "pero lo dijo con ironía".El estilo directo debe respetar el principio de literalidad en ciertos textos escritos, por ejemplo en los ensayos o en los trabajos científicos (donde la cita directa se aduce como autoridad), y (con ciertas limitaciones) en los textos periodísticos. Esto no es fácil, a veces, sobre todo si se citan palabras pronunciadas y no escritas (de ahí las quejas de muchos entrevistados que aseguran no haber dicho algo que el periodista, sin embargo, reproduce entre comillas). El texto que uno reproduce al citar aparece en el texto citador como una imagen desprovista de gran parte de su entorno, por lo cual su significado puede ser diferente e incluso opuesto al que tenía originalmente.
-¿Has preparado el examen?
-No he tenido tiempo.
-¿Qué vas a hacer, entonces?
-Siempre me sonríe la suerte.El estilo directo presenta yuxtapuestos el marco de la cita y la cita misma, es decir, la voz del narrador y las palabras atribuídas al personaje. El marco de la cita, tipográficamente hablando, está formado por un verbo de comunicación, al que siguen los dos puntos y las comillas, o que sigue a los guiones, o que se intercala entre los guiones.El vendedor dijo: "Ese disco está rebajado".
-Ese disco está rebajado -dijo el vendedor.
-Ese disco -dijo el vendedor- está rebajado.El estilo directo puede imitar también el modo de hablar, vocabulario, entonación, acento, etc., propios de la persona citada.Suele decirse que el estilo directo es la "reproducción literal" de un texto, y, en efecto, a veces lo es. Pero estas veces son las menos, porque es muy difícil retener en la memoria, sin deformación alguna, lo que alguien dijo. Los hablantes citan "literalmente" textos que en realidad no recuerdan bien, y tanto el que cita como su interlocutor saben que el texto ha sufrido cambios. Es más acertado decir que el estilo directo es la "reconstrucción" de un discurso: el estilo directo reconstruye (imitándolo perfectamente, o con diversos grados de fidelidad) un discurso realmente emitido, o bien uno imaginario, deseable, posible, anticipado.Cuando decimos algo, implicamos muchas cosas más de las que decimos, de modo que las palabras pronunciadas son una parte, a veces mínima, del mensaje que queremos comunicar. Repetir lo que alguien dice no entraña reproducir la intención con que lo dice. Además, las palabras citadas quedan siempre amputadas de su contexto, que les daba sentido. Si alguien alaba desproporcionadamente un vestido con intención irónica, la reproducción de la alabanza no incluye necesariamente la ironía: Le dijo: "Ese vestido te sienta estupendamente". Para rescatar la ironía, habría que agregar, por ejemplo, "pero lo dijo con ironía".El estilo directo debe respetar el principio de literalidad en ciertos textos escritos, por ejemplo en los ensayos o en los trabajos científicos (donde la cita directa se aduce como autoridad), y (con ciertas limitaciones) en los textos periodísticos. Esto no es fácil, a veces, sobre todo si se citan palabras pronunciadas y no escritas (de ahí las quejas de muchos entrevistados que aseguran no haber dicho algo que el periodista, sin embargo, reproduce entre comillas). El texto que uno reproduce al citar aparece en el texto citador como una imagen desprovista de gran parte de su entorno, por lo cual su significado puede ser diferente e incluso opuesto al que tenía originalmente.
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