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Sagot :
Era un buen hombre”, dice muy pausadamente el periodista Carlos Valverde al referirse a su padre, Carlos Valverde Barbery, un ícono de la historia cruceña de los años 50, fallecido el 3 de septiembre pasado. A partir de la pérdida, mucho se habló sobre Valverde Barbery, el luchador infatigable, el temario, el idealista; sin embargo, poco se conoce del padre, el esposo y el abuelo. Para ello hemos recurrido a uno de sus hijos para que nos cuente —con la herida del duelo todavía abierta—, cómo era este patricio cruceño en la intimidad.“Mi padre era un hombre sencillo, muy llevado de sus ideas, conservador, sumamente inquieto, responsable, honesto y, sobre todo, muy auténtico”, comenta al querer retratarlo. “Siempre tuvimos muy buena relación, especialmente los últimos años. Con mis hermanas era muy cariñoso, pero conmigo y mi hermano era algo frío, quizá porque así lo educaron. Sin embargo, hay momentos de gran ternura paternal que recuerdo siempre, como cuando nos metieron a la cárcel juntos, cuando éramos parte de la guerrilla y, preocupado, me dijo: “¿Y ahora qué le voy a decir a tu madre?”. O cuando volví a la cárcel en los 90’s por el tema de los narcovínculos y no se movió de La Paz hasta que salí”, cuenta el presentador de televisión emocionado. “Siempre hubo el beso de saludo. Nos educó con gran libertad, sin castigos físicos e inculcando siempre la responsabilidad”, comenta al recordar que una vez tuvo muy mala libreta y su padre le dijo: “Es tu responsabilidad, de vos depende”. A Carlos, hijo, le cuesta recordar episodios de su infancia, pues muchos años estuvo separado de su padre. Don Carlos estuvo 14 años en el exilio. Si bien siempre se mantuvo en contacto con su madre, con los hijos la comunicación era pobre, aun así, su mamá siempre los tenía al tanto. “Recuerdo una vez que llegó clandestino a Bolivia, después de más de dos años. Lo vimos aparecer como una figura fantasmal en la quinta de Julio Vincenti, fue algo que nunca olvidaré; esa fue una buena Navidad, estuvimos todos juntos”, comenta entre risas. HIJO DE GUERRILLERO
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