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El ministro de Interior francés, Gérald Darmanin, anunció este domingo que ha puesto en marcha «el proceso de disolución» del grupo ultraderechista y xenófobo Génération Identitaire, después de que llevara a cabo operaciones antinmigrantes en los Alpes y los Pirineos. Este movimiento ultranacionalista blanco e islamófobo tendrá diez días para recurrir, pero lo más probable es que sea ilegalizado por decreto en el Consejo de Ministros de dentro de quince días.
Génération Identitaire llevó a cabo en enero «una operación antiinmigrantes» en Col de Portillon, un puerto de montaña de los Pirineos, cerca del Valle de Arán. Una treintena de sus militantes patrullaron la zona, exigieron el cierre de la frontera franco-española y ondearon banderas que proclamaban que querían «defender Europa». Decían querer ayudar con su acción a las fuerzas del orden a detener a los inmigrantes clandestinos que cruzaran la frontera.
A petición del presidente, Emmanuel Macron, el Gobierno francés ya ilegalizó en 2019 otros grupos de ultraderecha como Bastion Social, Blood and Honour Hexagone y Combat 18, pero Génération Identitaire había sido hasta ahora más cuidadosa para evitar su disolución.
A diferencia de otros grupos ultras, Génération Identitaire ha abandonado «las referencias fascistas, el antisionismo radical, el activismo violento, la vestimenta típica y la propaganda underground», explicó el historiador Nicolas Lebourg en un reciente artículo publicado en el semanario 'Le 1'. Su lema es «asustar al adversario, no a nuestras abuelas»
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