Todos sabemos que la gestión pública es muy mejorable. Sin embargo no considero (y creo que tu tampoco te refieres a eso, pero si lo hacen muchos liberales) que privatizar la asistencia social fuera la solución. Ninguna puede eclipsar a la otra. Un argumento que nunca me ha gustado es el de la libre competencia: si no te dan un buen servicio, no pagues. El problema es cuando lo que tú buscas no te lo da NINGUNO. Hay empresas privadas que no buscan darte un buen servicio, sino sacar tajada. Y luego hay precios pactados, oligopolios, etc. La libre competencia esta bien, pero para que fuera adecuadamente o bien tienes una oferta infinita o bien se da la condición que se tendría que dar en todo mercado perfecto: que los clientes estuvieran informados total y honestamente. Creo recordar que lo que quería Adan Smith era volver al comercio que había en Roma, donde un cliente iba al mercado y podía comprobar el producto in situ. Como ves, actualmente la tendencia ha sido lo contrario: mismamente la publicidad no busca ser honesta, sino vender. Por tanto tiene que haber algo que supla esas deficiencias de "lo privado" (el cual obviamente, hace lo que tiene que hacer). Y ahí es cuando el estado ha de dar asistencia social, educación y sanidad. De hecho ahora pasa lo contrario, que muchas veces las clínicas privadas te mandan a los hospitales públicos.
Sin embargo, como bien dices, tiene que haber algo que nos proteja del estado y ahí es cuando entra tu frase mágica: "las opciones". Incentivar la sanidad privada descongestionaría a la publica y obligaría a esta a ofrecer un buen servicio.
En conclusión, si queremos opciones, debemos armonizar la oferta pública y la privada, pero eso no significa necesariamente ni la liquidación del estado del bienestar ni la reducción de su función social (leñe por algo se llama estado del bienestar). Aunque bueno, supongo que eso es lo que estabas diciendo y esto está siendo una discusión bizantina. Por supuesto tampoco significa una sobreregulación de la economía. Ya tenemos casos como USA: un servicio social público relativamente deficiente unido a una hyperregulación (leñe, es que el colmo de los colmos que una universidad no sólo no te cubra un seguro sino que te obligue a hacerte y pagar uno, como comprenderás es lo contrario a lo que busco).
