Dividida en 53 capítulos la novela va narrando todas las peripecias de Oliver desde el momento su nacimiento en un hospicio londinense regentado por una pareja (Mr. Bumble y Mrs. Mann) deshonesta y cruel que alimenta mal a sus “huéspedes” y los somete a castigos inmisericordes.
Oliver consigue escapar de ese sitio horrendo y hace su entrada al mundo, no menos cruel que el sitio del que se evadió. El azar lo lleva al seno de una banda de ladrones integrada por un hábil carterista (Artful Dodger, el conocido que lo presenta e introduce a la banda); Noaj Claypole; el ganzúa Bil Sises y Nancy, su única amiga verdadera entre estos tunantes. Todos estos personajes tratan de convertir en ladrón a Oliver.
Entre ellos y el muchacho se interpone la bondadosa figura de Mr. Brownlow, quien intenta protegerlo infructuosamente porque los rufianes lo secuestran nuevamente a instancias de Monks, siniestro hombre que pretende por causas desconocidas causar la perdición de Oliver.
Bajo amenazas, Oliver se ve obligado a participar en el robo a una casa comandado por Sices, hace a Rose una confesión: ¡Monks, el oscuro personaje que sin motivos aparentes odia a Oliver, sabe quienes son sus padres! Este hecho revela el parentesco existente entre Rose y Oliver. Nancy muere al descubrirse su delación, y Sickes, su amigo, fallece también en forma accidental al tratar de apresar al asesino.
La justicia, tras la pista de la banda, no tarda en darle captura. Fagin, el judío que los comandaba, es condenado a muerte; Monks, por su parte, confiesa ser hermanastro de Oliver, quien resulta ser hijo de Edwin Leedor y Agnes Fleming, quienes sostuvieron una relación ilegítima que ocasionó la muerte del padre de esta última, quien huye asustada y en cinta, muriendo al momento de dar a luz.
Monks, hijo de Edwin Leedor, había jurado a su madre vengarse del hermanastro, lo que explica su empeño en perderlo entre criminales.
Rose resulta ser hermana de Agnes, la madre de Oliver, quien al final es adoptado por el señor Brownlow al tiempo que Monks muere en prisión y Bumble, el despótico y cruel director del hospicio en que el muchacho viviera los diez primeros años de su vida, termina sus días en el albergue de caridad que antes gobernaba.
