El vanguardismo se caracteriza por la libertad absoluta tanto en temas, contenidos, métrica y rima (o ausencia de ellas).
Se juega con las palabras y con las ideas, y aún con lo que surge del inconsciente. Se utilizan metáforas y símiles, repeticiones (anáforas) y onomatopeyas y especialmente el recurso de la aliteración.
Se enriquece la temática poética incorporando poemas a objetos (poema al automóvil), lugares sórdidos o sentimientos impensados en la poesía tradicional. Se focaliza en temas sociales como la pobreza, el abandono, la soledad y la marginalidad, abandonando la idea tradicional de patriotismo y creencias religiosas. Algunos hacen un panegírico a sus ideas socialistas, como Neruda, y también se intensifica el amor sensual.
Algunos incorporan la imagen, dibujando con versos, creando una poesía visual fortalecida por las imágenes (caligrama).
Son representantes de las distintas vertientes de la vanguardia, Apollinaire, Girondo, Neruda y Marinetti (futurismo), entre otros.
