Aún cuando en un mismo suelo se puede sembrar alimentos varias veces y por eso podría considerarse un recurso renovable, la realidad es que el suelo no es renovable. Cuando se realiza un uso excesivo del suelo, como la siembra indiscriminada este recurso se vuelve en no renovable porque llega un punto en que no es útil para la producción de alimentos, se degrada constantemente y finalmente se destruye.
No tenemos alternativas para la explotación del suelo porque no hay otra forma de sembrar alimentos. La posibilidad que si tenemos como especie es utilizar el recurso del suelo de forma racional y planificada considerando las capacidades de producción y regeneración del suelo dependiendo del alimento a reproducir y las cantidades necesitadas por la población.
