Médico A Palos De Moliere
El Médico a la Fuerza
También conocida como “El Médico a Palos”. Esta obra, de Moliere, nos cuenta la historia de un hombre violento, sinvergüenza, ambicioso y cobarde (tampoco es el peor hombre del mundo, es simplemente que, por el momento, sólo resalto sus vicios y defectos). Que por su actitud en extremo violenta es castigado por su mujer, de una manera muy ingeniosa, siendo obligado por medio de golpes a ser un médico. Un médico bastante ignorante y charlatán, como muchos que hay en todas las épocas y en todos los lugares.
A Moliere le gusta burlarse de los vicos de sus personajes y arrinconarlos para no dejarles otra escapatoria que la humillación. Sus obras buscan la comicidad, y la logran.
A simple vista, y simple análisis, se podría decir que esta obra no nos deja más que unas cuantas risas, viendo como Sganarelle demuestra ridículamente sus dotes en materia de medicina, y una alegre sensación, al ver finalmente el triunfo del amor sobre la injusticia de la paternidad insensible. Pero podemos ir más allá, esta obra nos habla de más cosas. Tan sólo en la primera escena vemos a un hombre golpear con un palo a su esposa; aunque es una escena cómica, no podemos dejarnos de impresionar de que ataques de violencia como ese no sólo se dan en el escenario de un teatro, sino en miles de hogares en todo el mundo. Muchos de ellos tienen consecuencias fatales y, sin comicidad alguna, no dan siquiera tiempo de dejar una moraleja.
Tenemos también la negligencia médica y, claro está, el dinero que es quien mueve la historia y a nuestro médico-chiste. En una corta escena, que pasa casi desapercibida, vemos estos dos elementos cruzarse en el camino de Sganarelle en un lance desgarrador; la escena en la que un hombre humilde llega, con su hijo, a pedirle ayuda porque su esposa está casi moribunda y Sganarelle, fiel a su actitud indiferente y desinteresada, cobra y da el primer “remedio” que le viene a la mente. La obra continúa y termina “bien”,
