Estar muerto tiene sus ventajas. Mis amigos y yo, por ejemplo, habitamos una vieja casona a las afueras de la ciudad. Cantamos y flotamos a nuestro gusto. Aveces, cuando personas interesadas en comprar la propiedad aparesen, nos divertimos moviendo sillas o arrojando platos, sólo para espantarlos. La bendedora de bienes raíces ha intentado todo para expulsarnos; agua bendita, resos y hasta a llevado a un pastor católico para exorcizar la casa. No saben que esas cosas, sólo funcionan con demonios. Nosotros, somos almas en pena. Finalmente, la casa la compró una anciana que nunca se espantaba con nuestras trabesuras. en cambio, comenzó a platicar. Nos contó sobre su vida, los hijos que tuvo, el marido que la abandono. Caminaba muy despacio, preparaba té y se sentaba a escuchar viejas melodías en un tocadiscos con aguja desgastada. Fue en un dia lluvioso que la anciana dejó de moverse. Nos reunimos todos a su alrededor, hasta que murió. Su alma, jóven y bella, abandonó su cuerpo demacrado y se unió a nuestro grupo. Desde entonces, todos los días y sus noches, bailamos. Un baile eterno. Ayudaaaa solo es ver q palabaras estan bien mal escritas ​