La vida de las mujeres y las niñas bajo el régimen de los talibanes entre 1996 y 2001 fue brutal. Muchas mujeres afganas ahora temen que el pasado pueda repetirse mientras los países occidentales, incluida Suiza, luchan por responder al regreso del grupo militante al poder.
Obligada a velar de pies a cabeza en público, excluida de las escuelas, universidades y puestos de trabajo, y sujeta a castigos corporales o incluso a la muerte por violar los códigos de la ley Sharia, la población femenina de Afganistán soportó la peor parte de las políticas represivas de los talibanes hace una generación.
Los portavoces de los talibanes han dicho que las cosas serán diferentes esta vez y han dicho a los medios de comunicación que las mujeres podrán trabajar y estudiar, e incluso ocupar cargos gubernamentales.
sin embargo crece la preocupación de que los talibanes no respeten los derechos humanos, especialmente los de las mujeres y las niñas, mientras toman el poder en muchas partes del país. Pero no está claro si la comunidad internacional podrá evitar que las violaciones de derechos se conviertan en la norma y responsabilizar a los talibanes por sus acciones.
