Respuesta:
Las macromoléculas, como composición química en sí misma, no tienen impacto negativo alguno. Son resultado orgánico de los procesos bioquímicos que ayudan a mantener el transcurso de la vida tal y como la conocemos. Así como los átomos tienen una configuración variable pero apegada a cierto conjunto de principios físicos; las moléculas se conjuntan de tal manera que permiten a los seres vivos, y otros elementos u objetos, materializarse y comportarse de forma específica en función de sus necesidades (pudiendo ser el procesamiento de carbohidratos y su relación con la energía). Sin embargo, nuestra especie ha explotado estos conocimientos con la alteración de las características de las materias primas. Porque no puede olvidarse que todos los objetos inanimados de nuestra cotidianidad también están constituidos de macromoléculas "sintéticas", incluyendo aquellos producidos industrialmente de forma desmedida, como los plásticos. Pues aunque de no ser por el descubrimiento de estos, no se habría construido el mundo moderno actual; también es cierto que existe una enormidad de desechos y consecuencias a partir de su creación. Modificar la estructura molecular de los recursos para definir una forma, resistencia, densidad, tamaño o estética irresponsable e innecesariamente conlleva riesgos. Sabemos que la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma; el conflicto llega cuando ni nosotros entendemos con exactitud lo que esa transformación trae consigo, entonces... ¿El resultado será mejor o peor? Eso solo el tiempo lo podrá decir, y aquí estaremos para escucharlo.
