asundartas 1. Lee mentamasse amnandesbravado de principal de cada parati (guntes) El nacimiento del Estado Moderno El sigle XV vio nacer el Estado Modemo caracterizado por la concentración del poder en las manos del rey. Esto es lo que algunos historiadores denominan Monarquia Autoritaria. Franta a la desinte gración política y económica de la época feudal, vemos aparecer en Europa occidental un nuevo tipo de organización política, cuyos aspectos principales son, además de la concentración del poder la unificación de territorios geográfica e Históricamente afines. Bajo el poder de un rey, surgieron estas modemas monarquias, que fueron la consecuencia lógica de las circunstancias econômicas, politicas y sociales del siglo XV: el orden feudal siguió existiendo an Europa, pero sin duda es posible observar que el primitivo capitalismo exigia una forma nueva de administración de las naciones, un poder fuerte y centralizado, capaz de dirigir el conjunto de la naciente organización industrial y comercial del país y así poder enfrentar la competencia de otras naciones, no sólo europeas, sino también orientales. De este modo, el Estado nacional gana la partida al sistema feudal mediante la unificación de distin- tos territorios bajo un mismo monarca que procura dar uniformidad al conjunto, creando nuevas instituciones de gobierno, leyes e incluso ideales comunes, pero, al mismo tiempo, conservando sus instituciones tradicionales. Se pueden resumir en tres los puntos de apoyo de las monarquias autoritarias que se levantan el siglo XV y que permitieron su supremacía sobre los señores feudales: 1. El ejército permanente (se domina así la nobleza y es posible enfrentar a otros estados) 2. La burocracia (el rey toma el control sobre la administración económica y judicial) 3. La diplomacia (reconocimiento internacional y relaciones internacionales) Gracias a la creciente consolidación de estos tres puntos, la monarquia autoritaria se consolidó primero en Francia, en Inglaterra y en la península Ibérica bajo los reyes Católicos. Alemania e Italia no consiguieron en cambio su unificación política sino hasta el siglo XIX.
