Completamos el esquema con los sentimientos que nos inspiran cada una de estas estrofas.
ALEGRÍA Y AMISTAD
Caminaba tranquila en mi granja,
cuando de pronto escuché,
¡era Matilda!, mi vaca,
mirándome del establo
y moviendo la cola cantaba:
“¡Qué bella está la mañana!
¡Qué fresca y dulce está el agua!”. (1)
Es blanca con manchas negras,
de ojos grandes color café,
orejas pequeñas y hermosas,
y patas delgadas y esbeltas
que la mantienen en pie;
con cuerpo aún de becerro,
pero ¡qué fuerte se le ve! (2)
Matilda el establo deja,
y con un beso me deja perpleja.
Me invita a dar un paseo,
corre y corre y me da un hociqueo,
salta en el campo feliz de mañana,
va por el caminito que conocemos,
felices, como siempre, jugaremos. (3)
Matilda una fresca hierba encuentra,
se acerca, la huele y feliz la saborea.
¡Cómo disfruta la hierba del campo!
Cansada a un riachuelo se acerca,
se queda dormida y mi corazón se alegra.
Miro al cielo y, mientras ella duerme,
le digo bajito: "¡Gracias por distraerme!". (4)
Sin darme cuenta me quedo dormida,
con sus mugidos inquieta me despierta.
"¿Qué haces, Matilda?", pregunto,
se echa a mi lado de un solo tumbo.
Con su húmedo hocico me besa,
y moviendo la cola se levanta,
¡esta mi vaca, sí que me encanta! (5)
Mientras Matilda come follaje
la tarde en el campo llegó.
Volvemos por la ruta conocida;
yo, como siempre agradecida,
por tener esta linda amiga
que comparte mi día a día
y me llena de alegría. (6)