La Revolución Francesa fue una de las primeras revoluciones liberales, con un altísimo componente burgués, pretendió el reconocimiento de los derechos del hombre y del ciudadano, es decir, las libertades individuales y el establecimiento de una sociedad libre y democrática.
Las Revoluciones Mexicana y Rusa fueron revoluciones proletarias, de signo marxista que buscaban la reivindicación de los derechos sociales y la transformación del Estado liberal en un Estado protector de los más vulnerables; en cierto modo tenían el mismo fin, la defensa de los individuos, sin embargo en el caso de los rusos y mexicanos los individuos estaban agrupados como colectivo receptor de derechos, sin más.
