La generación del 98’ se caracterizó por rebelarse contra toda esta tradición positivista del siglo XIX que confiaba de forma absoluta en la ciencia y en la posibilidad de explicar el mundo de un modo racional. Los jóvenes de fines del siglo XIX, en cambio, proponían como sinónimo de moderno, no el progreso material sino la búsqueda de libertad, la posibilidad de discutir libremente, el respeto por el individuo y las formas igualitarias de vida. Buscaban revalorizar todo aquello que constituye, desde su criterio personal, la esencia de lo español. Los principales escritores de esta generación fueron Valle Inclán, Azorín, Pío Baroja, Miguel de Unamuno y Antonio Machado.
Los escritores de la generación del 27, por su parte, se caracterizan por su marcado cosmopolitismo. En este sentido, más que centrarse en la esencia de lo español, se abren a lo novedoso y extraño, aunque recuperan a los poetas españoles del Siglo de oro español.
Durante los años ´20, España recibe influencia de los movimientos de vanguardia surgidos en Europa como el futurismo, el dadaísmo y el surrealismo. De estos, surgen en España, el ultraísmo y el creacionismo.
La generación del ´27 se enfrentaba principalmente a las estéticas del Realismo y el Naturalismo. Ellos rompieron con las formas tradicionales de expresión poética y consideraban que el poeta no debía estar sujeto a reglas estrictas sino, que debía explorar su dimensión irracional a través de la palabra.
Los poetas reconocidos de esta generación fueron Federico García Lorca, Jorge Guillén, Pedro Salinas, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Rafael Alberti.
