PRIMER GOBIERNO DE ROSAS (1829-1832)
Rosas asumió el gobierno de Bs. As. con el apoyo de todos los sectores sociales, ya que veían en él a la persona capaz que podría restablecer el orden y la paz. La legislatura le otorgó las facultades extraordinarias y lo declaró Restaurador de las leyes e instituciones de la provincia de Bs. As. y le confirió el grado de brigadier general. Las facultades extraordinarias eran delegaciones, concedidas al gobernador por el poder legislativo, de ciertas atribuciones que le permitían tomar resoluciones con mayor rapidez y la facultad de suspender la seguridad individual, gracias a la cual podía disponer detenciones sin intervención del poder judicial. Con estos poderes restableció el orden y la paz en la provincia, ordenó las finanzas y estableció un severo control del gasto público.
Pero también Rosas dio muestras de intolerancia política y los unitarios comenzaron a emigrar. Estableció el uso de la divisa punzó como símbolo de la Federación, obligatoria para empleados civiles, eclesiásticos y militares.
En el interior Paz consolidaba su posición como gobernador de Córdoba y extendió su influencia en el interior, destituyó gobernadores federales y estableció gobiernos que respondían a su autoridad. Así en agosto de 1830, las provincias de Córdoba, Tucumán, Salta, Mendoza, San Juan, San Luís, La Rioja, Santiago del Estero y Catamarca, se aliaron formando una liga ofensiva y defensiva, con el propósito de organizar constitucionalmente la Nación, mediante un congreso que fijaría la forma de gobierno que estimase conveniente. Se entregaba a Paz el supremo poder militar, que disponía de un fondo bélico conformado por la cuarta parte de las rentas de cada provincia.
Ante el ascenso de paz en el interior, Bs. As y las provincias del Litoral establecieron una alianza para acabar con su poder: El Pacto Federal, el 4 de enero de 1831, entre Bs. As, Entre Ríos y Santa Fe
