La persona, un ser en relación.
Desde que nacemos estamos integrados de forma natural en determinadas agrupaciones. La primera
es la familia, junto a ella, la raza, pueblo, nación, con una lengua y costumbres propias. La
pertenencia a estos grupos le viene dada, no la escoge. Con el paso de los años, la persona elige en
qué lugar quiere vivir y con quién quiere relacionarse. Los amigos, los compañeros de estudio, los
torno a las aficiones o a las creencias son parte del entorno social de las personas. En la vida adulta
aparecen los grupos a los que se pertenece por la actividad profesional y pública, tampoco aquí la
capacidad de elección es muy alta.
Gran parte de lo que somos, desde nuestro cuerpo hasta nuestra forma de ser y de pensar, procede
de otras personas, nos ha venido dado desde fuera. La vida es un regalo, es un don. Todas las
personas que han interactuado con nosotros a lo largo de nuestra vida han dejado su huella en
nosotros de una u otra manera. Formamos parte de la sociedad, no podemos crecer solos; todos
poseemos una dimensión social, de apertura, constitutiva de nuestro ser. Sin los demás, sin los otros,
sin abrirnos a lo que se nos entrega, no podemos llegar a un auténtico desarrollo personal.
Actividades a desarrollar
1. ¿Es posible que una persona que creciera sola, sin contacto con otros, llegaría al mismo nivel de
desarrollo personal que si estuviera acompañada?
Si ___ No ___
¿Por qué? _________________________________________________________________________
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