En circunstancias como éstas, podría ser útil recordar la enseñanza que se nos
hace acerca de los deberes de los ciudadanos con respecto a las leyes injustas,
ilustrados desde la perspectiva del cuarto mandamiento: “el ciudadano tiene
obligación en conciencia de no seguir las prescripciones de las autoridades
civiles cuando estos preceptos son contrarios a las exigencias del orden moral, a
los derechos fundamentales de las personas o a las enseñanzas del Evangelio. El
rechazo de la obediencia a las autoridades civiles, cuando sus exigencias son
contrarias a las de la recta conciencia, tiene su justificación en la distinción
entre el servicio de Dios y el servicio de la comunidad política. «Dad al César lo
que es del César y a Dios lo que es de Dios» (Mt. 22,21). «Hay que obedecer a
Dios antes que a los hombres» (Hch. 5, 29)”.
ACTIVIDAD 3: ¿Qué piensas de estas afirmaciones del párrafo anterior?
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