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1.- ¿Conoces algunas afecciones al oído? Escriba sobre ellas y sobre las alternativas para estas afecciones.

Sagot :

Respuesta:

1. Otitis media

La otitis media es la afección más común del oído, sobre todo durante la infancia. La trompa de Eustaquio se obstruye por un exceso de mucosidad, por ejemplo, el líquido del oído medio no se drena y se acumula hasta que acaba infectándose y produciendo una inflamación de esa cavidad que se encuentra justo detrás del tímpano. El tratamiento más habitual es el que se realiza a base de antibióticos para atacar la infección y suele ir acompañado de mucolíticos, porque son el origen más común de este problema auditivo.

2. Síndrome de Ménière

El Síndrome de Ménière es una de las causas más comunes del inicio de un proceso de pérdida auditiva.El tratamiento es sintomático, ya que no hay una cura definitiva para esta dolencia. Se aborda con medicamentos, pero también mejorando los hábitos alimenticios y controlando estados de ansiedad. En la mayor parte de los casos, este tratamiento, a pesar de ser sintomático, permite controlar el trastorno.

3. Laberintitis

Una infección viral acostumbra a ser el origen de la Laberintitis, una afección que afecta al laberinto, una parte del oído interno. Puede ser una gripe, por ejemplo, pero también otro tipo de virus particulares que tienen incidencia indirecta en esa parte del oído. El resultado, en todo caso, es que los nervios que se encuentran en la zona se ven afectados. Los especialistas tienen las capacidades necesarias para realizar el diagnóstico adecuado. Se trata de un paso importante, porque la infección mal tratada podría generar consecuencias más graves. Habitualmente, se trata la infección y eso permite que los síntomas más severos remitan a partir de una semana.

4. Tapones de cera en el oído

En ocasiones, el cerumen que sirve para proteger el conducto auditivo del agua, de las agresiones de cuerpos extraños, de los golpes o las infecciones, se acumula y puede llegar a endurecerse y obstruir el propio conducto. Así es como se producen los tapones que generan trastornos.

5. Colesteatoma

El colesteatoma es un quiste que se produce en el oído medio, por causas genéticas o por una infección crónica. Esta afección puede provocar pérdida auditiva y mareos y, en los casos más graves, puede provocar la ruptura de los huesecillos del oído medio, provocando secuelas que deriven en la hipoacusia. La primera parte del tratamiento, una vez diagnosticado convenientemente, consiste en la limpieza del oído y la administración de antibióticos y gotas óticas para atacar la infección. En un paso posterior el quiste se extirpa mediante cirugía. Según el alcance del colesteatoma, esa cirugía puede ser ambulatoria, pero según los casos, puede tener que reconstruir incluso los daños óseos provocados.

Respuesta:

Enfermedades del oído

Otitis externa, otitis media, hipoacusia, tapones de cerumen, y cuerpos extraños en el oído son algunos de las afecciones y problemas óticos que los farmacéuticos afrontan con mayor frecuencia en el mostrador de la oficina de farmacia. En este artículo se recuerdan algunas nociones básicas para manejar con eficacia las consultas al respecto.

Explicación: Otitis externa

También conocida como «oído de nadador» y «otitis del bañista», la otitis externa es una infección del conducto auditivo externo, el conducto tubular que transporta los sonidos desde el exterior hasta el tímpano. Puede ser provocada por muchos tipos diferentes de bacterias u hongos.

Suele desarrollarse en niños y adultos cuyos oídos están expuestos a la humedad excesiva y continua, sobre todo cuando bucean o nadan con la cabeza bajo el agua. Por esta razón se da más frecuentemente durante los meses de verano, y es más común en niños mayores y en adultos jóvenes. Los niños que no nadan también pueden desarrollar otitis arañándose el canal auditivo cuando intentan limpiarse las orejas. Esto ocurre si se utilizan objetos puntiagudos, como pinzas, bastoncillos de algodón u horquillas para el cabello.

Si la otitis externa no se trata, la infección puede extenderse al cartílago y al hueso que rodea el conducto auditivo.

Signos y síntomas

El síntoma más característico es un fuerte dolor de oídos que empeora cuando se toca o mueve el lóbulo o cualquier otra parte externa de la oreja. La masticación también puede ser dolorosa en el paciente con otitis externa. A veces hay picor en el canal auditivo antes de que empiece el dolor. También puede haber una supuración de pus amarillo-verdoso en el orificio externo.

 Prevención

Los niños deberían evitar introducirse objetos en las orejas -incluyendo tapones para los oídos y algodón- a menos que lo indique el médico. No deberían intentar nunca limpiarse ellos mismos los oídos, sobre todo si utilizan objetos rectos y rígidos, como bastoncillos u horquillas.

Después de nadar, se pueden aplicar unas gotas especiales, de alcohol y ácido acético a partes iguales, en los oídos de los niños que no tienen una timpanotomía ni el tímpano perforado. Tras pasar un tiempo en el agua, también es una buena idea que los niños se sequen cuidadosamente las orejas con una toalla y que intenten sacar el agua de sus oídos ladeando la cabeza a un lado y al otro.

Duración

Si se trata farmacológicamente, la curación de la otitis externa generalmente tiene lugar en un plazo de 7 a 10 días, pero se recomienda mantener el oído infectado fuera del agua durante un período más largo. Los médicos suelen advertir a los padres que el dolor de oídos puede aumentar durante las primeras 12 a 24 horas después del inicio del tratamiento. Luego, el dolor suele aliviarse progresivamente.

Tratamiento

 El tratamiento de la otitis externa depende de la gravedad de la infección y del dolor. Para las infecciones más leves, el médico suele prescribir únicamente gotas óticas que contengan antibióticos (ciprofloxacino o gentamicina) o corticoides (sólo si hay mucho edema en el conducto auditivo externo). Las gotas ayudan a combatir la infección y a reducir la inflamación del conducto auditivo externo. El tratamiento completo consiste generalmente en la administración de las gotas varias veces al día durante 7-10 días.

 Para las infecciones más graves también se prescriben antibióticos orales, y se hacen cultivos de las secreciones del oído para ayudar a identificar la bacteria que ha producido la infección. Para aliviar el dolor suele recomendarse el uso de analgésicos de venta sin receta, como el ácido acetilsalicílico, el paracetamol o el ibuprofeno. Si estos no alivian el dolor de oído, el médico puede prescribir analgésicos más potentes, que se utilizarán sólo durante un período corto hasta que las gotas para el oído y los antibióticos comiencen a hacer efecto. Una vez iniciado el tratamiento, la mejoría suele ser evidente al cabo de uno o dos días.

Medidas higiénicas

A nivel domiciliario, puede aplicarse una compresa o un paño caliente sobre el oído afectado para ayudar a aliviar el dolor hasta que pueda acudirse a la consulta del médico.

Pueden emplearse gorros de baño o tapones para los oídos, para evitar que el agua del baño o la ducha penetre en el oído afectado. Suele recomendarse que durante 10-14 días se evite el contacto del oído con el agua.

Se aconseja acudir inmediatamente al médico si aparecen cualquiera de los siguientes síntomas: dolor de oído intenso con o sin fiebre, disminución o pérdida de audición en uno o ambos oídos, supuración del oído -sobre todo si es espesa, blanco-amarillenta, con sangre o maloliente.