FRAGMENTO DE PEPITA JIMÉNEZ
Mi padre no está más adelantado ni ha salido mejor librado, según dicen, que los demás
pretendientes; pero Pepita, para cumplir el refrán de que no quita lo cortés a lo valiente,
se esmera en mostrarle la amistad más franca, afectuosa y desinteresada. Se deshace
con él en obsequios y atenciones; y, siempre que mi padre trata de hablarle de amor, le
pone a raya echándole un sermón dulcísimo, trayéndole a la memoria sus pasadas culpas
y tratando de desengañarle del mundo y de sus pompas vanas. Confieso a Usted. que
empiezo a tener curiosidad de conocer a esta mujer; tanto oigo hablar de ella. No creo
que mi curiosidad carezca de fundamento, tenga nada de vano ni de pecaminoso; yo
mismo siento lo que dice Pepita; yo mismo deseo que mi padre, en su edad
provecta, venga a mejor vida, olvide y no renueve las agitaciones y pasiones de su
mocedad, y llegue a una vejez tranquila, dichosa y honor
anda. Sólo difiero del sentir de Pepita en una cosa; en creer que mi padre, mejor que
quedándose soltero, conseguiría esto casándose con una mujer digna, buena y que le
quisiese. Por esto mismo deseo conocer a Pepita y ver si ella puede ser esta
mujer, pesándome ya algo, y tal vez entre en esto cierto orgullo de familia, que si es
malquisiera desechar, los desdenes, aunque melifluos y afectuosos, de la
mencionada joven viuda. Si tuviera yo otra condición, preferiría que mi padre se quedase
soltero. Hijo único entonces, heredaría todas sus riquezas, y, como si dijéramos, nada
menos que el cacicato de este lugar; pero usted. sabe bien lo firme de mi resolución.
Aunque indigno y humilde, me siento llamado al sacerdocio, y los bienes de la tierra
hacen poca mella en mi ánimo. Si hay algo en mí del ardor de la juventud y de la
vehemencia de las pasiones propias de dicha edad, todo habrá de emplearse en
dar pábulo a una caridad activa y fecunda. Hasta los muchos libros que usted. me ha
dado a leer y mi conocimiento de la historia de las antiguas civilizaciones de los pueblos
del Asia unen en mí la curiosidad científica al deseo de propagar la fe, y me convidan y
excitan a irme de misionero al remoto Oriente. Yo creo que, no bien salga de este lugar,
donde Vd. mismo me envía a pasar algún tiempo con mi padre, y no bien me vea elevado
a la dignidad del sacerdocio, y aunque ignorante y pecador como soy, me sienta revestido
por don sobrenatural y gratuito, merced a la soberana bondad del Altísimo, de la
facultad de perdonar los pecados y de la misión de enseñar a las gentes, y reciba el
perpetuo y milagroso favor de traer a mis manos impuras al mismo Dios humanado,
dejaré a España y me iré a tierras distantes a predicar el Evangelio.
1-Localiza cual es la profesión del narrador.
2- ¿De qué se trata el texto de PEPITA JIMÉNEZ explica ?
3- A que género pertenece el texto de pepita Jiménez.
porfa es para mañana :(